martes, 21 de junio de 2011

Camino

Pensó en la vida que tenía a partir de ese día, las tardes que no serían más una estampa de la familia ausente.

Divagaciones literarias

En una tarde uno puede sentarse a hojear un libro, o millones de libros con el único objetivo de estimular aquellos delirios que puedan recordarnos que alguna vez tuvimos nombre y apellido. Apuntar una serie de ideas en un cuaderno que al paso de los años revisaremos para juzgar lo que no hemos hecho. Uno puede hacer miles de cosas, menos aquellas que tienen que hacerse. ¿Cómo conjuntar fantasía con realidad? ¿Qué es oportuno leer en un periodo de sobrecarga laboral o emocional? ¿Novelas, poesía, biografías? Podríamos trazar puntos de unión entre cada texto que al azar hubiesemos elegido de lso estantes de la librería. Sí, el elemento gratuito, sin justificación alguna a veces puede darnos ese oxígeno que estamos deseosos por encontrar. Se trata simplemente de recolectar palabras, líneas, ilustraciones, saltar de un libro a otro, de un pdf a una página web con el fin de encontrar alguna palabra, frase o párrado que desencadene una manera conflictiva, retadora, viva de la realidad que nos hemos acostumbrado a leer, ver, repetir, consentir. Sí. Lo hago ahora, hazlo. Me levantó de la silla y reviso con la mirada todas las posibles voces que puedo elegir por los medios menos convencionales. Giro. ¿El color, el papel, el tamaño? ¿Un título particular o un autor que non he leído? ¿Reeler o descubrir?
El arte secreto del cosmos. Título de títulos. Derecho y medio. Un ejercicio de reconsideración. Dos títulos de combinaciones de títulos. Palabras que se asocian con todas. ¿Eso somos? ¿En eso estamos? Leer el mundo, encontrar en el mundo un puñado, un millar un universo, un sosmos de libros que elegiremos para constuir una solución, explicación o burla del mundo que cada día nos entretiene con sus escenas. MIRG

lunes, 20 de junio de 2011

39 escritores y medio

Siempre he pensado que el arte de hacer retratos es una gran simulación, una bella fantasía. Acomodar líneas y puntos para que en una superficie de dos dimensiones logremos ver o leer la esencia de una persona de carne y hueso, tridimensional, con altibajos emocionales y anécdotas poco interesantes, no es una tarea que todos puedan completar.
Retratar es descubrir a la persona que puede trascender. ¿Cómo encontrar la escena que inspire a seguir de la nada una mirada, una idea, un verso o un ademán? ¿Cómo decirle al mundo que sabemos lo que han visto los ojos de un perfecto extraño? Porque en la inevitable tragedia de la alteridad, somos voces que se atropellan, miradas que se nublan con la esperanza de encontrarse en el otro, con la ilusión de mirar con los mismos ojos y caminar por el mismo camino.
39 escritores y medio de Jesús Marchamalo y Damíán Flores (Siruela/Instituto Cervantes, 2006) nos entrega una serie de retratos de grandes escritores españoles e hispanoamericanos, letras y dibujos que resumen la esencia de aquellos hombres de letras.
Alberti, Aleixandre, Aub, Azorín, Baroja, Bergamín, Borges, Carpentier, Cernuda, Chacel, Cortázar, Diego, Fernández, Fillloy, García Lorca, Gil-Albert, Girondo, Gómez de la Serna, Guillén, Hernández, Huidobro, Jiménez, Lanza, Lezama Lima, Piñera, Machado, Mistral, Monterroso, Neruda, Onetti, Paz, Peréz Galdós, Reyes, Rulfo, Salinas, Unamuno, Valle-Inclán, Vallejo, Zambrano. 39 apellidos, 39 ilustraciones. Para descubrir los nombres y los seres hay que introducirse a la lectura de estos retratos.
"Bidón era su segundo apellido, una mácula imperdonable que intentó siempre eludir escondiendo el acento, y convirtiendo esa palurda ene en una u francesa que lo transformaba en un cómodo Bidou, un tanto aristocrático y esnob, mucho más acorde con la traza habitual, elegante y distante de Cernuda." Estas palabras nos descubren sin morosas explicaciones el sentido de una vida, de una obra y de un hombre que con su "Donde habite el olvido" nos hace pensar en una vida que no es nuestra, viajar dentro o fuera de nuestra propia realidad.
Un libro para aquellos que no conocen, pero desean descubrir la literatura en lengua española, un libro para los que conocen y no se agotan de recorrer los pasos de los escritores que con sus palabras nos empujan o inspiran a preguntarnos ¿Quiénes somos y a dónde iremos?
Los breves retratos y los dibujos que los acompañan son un conjunto armónico que no intenta abrumar al lector con descripciones exahustivas, son pinceladas de escritores contemporáneos.
Todos estos textos publicados antes en la red en la sección "Rinconete" del Centro Virtual Cervantes, a lo largo de tres años con el título Viajeros y estables.
Sin duda, como todas las antologías, la selección o exclusión de escritores conlleva una tarea complicada por eso no sorprende que su autor alce la voz y exclame: "Estoy convencido de que cualquier resumen, selección o antología esconde, por principio, algún capricho del compilador, alguna arbitrariedad no necesariamente maliciosa, y una razonable dosis de simpatías y diferencias secretamentes ocultas, o confesas."
Pues búsquemos entonces los caprichos y confesiones por el simple placer de leer. MIRG